lunes, 7 de febrero de 2011

Y cuando esté arriba, la soltamos

Recientes encuestas demuestran que, la estrella de Telecinco, conseguiría un 8% de los votos de los españoles y españolas en las próximas elecciones. Nuestra queridísima princesa del pueblo alcanzaría la tercera fuerza política. Únicamente tendría por delante al Partido Popular y al Partido Socialista, ¿hasta dónde es capaz de llegar la televisión? Belén Esteban, y todo lo que ese nombre conlleva, se define como el futuro de este nuestro país, ¿podía ser más divertido?

Que un personaje así adquiera tanta relevancia como para ocupar escaños no es lo primero que Telecinco consigue, con el tsunami y Karmele Marchante, la cadena (que curiosamente pertenece a Berlusconi) comenzó a ingresar millones a costa de un festival que pertenece a la uno, cadena pública. Además, se han emitido innumerables programas a costa de este tipo de personajes que han alzado el share a cifras inimaginables. Los protagonistas en cuestión no tienen ni la cultura suficiente para obtener el título de la ESO, ni la decencia mínima para cobrar lo que cobran, ni el saber estar para trabajar donde trabajan. Definitivamente nos obliga, sí, la entretenidísima televisión nos obliga día a día a comer pollos de este tipo. Y nosotros, que luchamos por salir de la situación en que nos encontramos, lo único que podemos hacer hacer es resignarnos. No nos queda otra, las infumables series -o mini series, que ahora están muy de moda- que la televisión nos ofrece o los educativos reality shows que se estrenan nos llevan a un futuro nada prometedos. Y ese futuro no nos lo merecemos, pero a este paso la oscuridad nos va atrapar. Negro, un futuros totalmente negro. Caraduras se proclaman como nuevas estrellas mediáticas y perjudiciales declaraciones invaden nuestros oídos. Gente como nuestra princesa capta millones de espectadores que deberían empezar a plantearse que hacen viendo a esa madre coraje. Ya no quedan series que eduquen, ya no quedan informativos sin cierto color amarillo de fondo, ni parrilla con color rosa en predominio. Sin duda, la caja tonta está más tonta que nunca y si no colaboramos todos en esta causa, no sé qué será de la televisión del mañana.

Lo único que la tele hace actualmente es manipularnos, y a nosotros no nos queda otra que decir, por favor, sálvame. Creo que ya no hay solución, nos hemos acostumbrado a lo que hay y sinceramente, y con absoluta tristeza, solo hay algo que me tranquiliza sobre la televisión: lo peor está por venir. ¡Arriba la Estaban!



·Tipo de texto: Opinión
·Autor: Alejandro Gómez

- Muchas gracias a la Alejandro Gómez por este texto, recordamos a los lectores que pueden opinar con educación y respeto.

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