viernes, 18 de febrero de 2011

El consumismo y la esencia de las posesiones

Y llegó el maestro, considerado por muchos un hombre sabio, de larga barba, brillante calva y lentes de gruesos cristales y, después de dejar la bolsa de la compra sobre su escritorio, les dijo a sus alumnos:

- ¿Por qué es tan bella la sociedad de hoy en día? Porque todo está a nuestra disposición y nosotros estamos satisfechos de estar a su disposición. Quien quiere oír la sonata 212 en la mayor de Scarlatti, va a la tienda y la compra y, una vez ahí, puede comprarse la 32 y la 380, o todas ellas ¿por qué no? Incluso puede que haya una oferta que incluya dos discos de sonatas suyas y otro de regalo de Wagner, que, aunque no te guste, quedará muy bonito en la estantería junto a los otros dos de Scarlatti. Lo importante es almacenar arte, cultura o todo lo que tenga valor para alguien porque es ahí donde está la esencia del tener y disfrutar. Tal vez quieras leer Las ratas de Delibes y, hoy en día, vas a la tienda y la compras, aunque cómo resistirse a comprar además La hoja roja o El camino y, ya que estás ahí, las Odas de Horacio. Que, aunque luego ni las leas, sabes que ahí están, en tu casa, en esa erudita estantería y son tuyas, por eso es importante concienciarnos de lo peligrosas que son las bibliotecas. Una biblioteca te deja un libro y tu debes devolverlo, pero para disfrutar de una cosa hay que poseerla, adquirirla, abonarla si no, es imposible disfrutar de ella porque perdemos la libertad de hacerla parte de nosotros y de hacernos parte de ella. El cine también es importante, una persona que entiende de cine entiende mejor la vida y una persona que tiene muchas películas en su casa es una persona que, por lo tanto, sabe mucho de cine y si sabe mucho de cine es sabia. Tal vez comprar una película de Fellini puede ser satisfactorio, pero ¿no es mucho más satisfactorio comprar dos? ¿Y, además, comprar una edición especial de Charles Chaplin? La sociedad de hoy en día es, francamente, idílica. Cierto es que hay cosas que mejorar: la educación, la pobreza y, sobre todo, el terrible consumismo que ocupa cada esquina, pero, como he dicho, las posesiones hacen llevadero el pesar que esta hipócrita vida materialista nos causa, por ello: buscad siempre la esencia de la vida, es decir, la esencia de las cosas que os rodean, y hacedlas vuestras, porque cuantas más posesiones tengáis, más cerca estaréis del conocimiento y la felicidad.

Dicho esto, los alumnos asintieron con la cabeza y se fueron al Corte Inglés.




·Tipo de texto: Narrativo
·Autor: Miguel Pola

- Muchas gracias a la Miguel Pola por este texto, recordamos a los lectores que pueden opinar con educación y respeto.

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